El treinta y seisavo festival internacional de luces de Villa de Leyva evidenció la creatividad al incluir, por primera vez, un espectáculo de drones sobrevolando el municipio. Esto dejó encantados tanto a nativos como a visitantes de distintas partes del mundo, siendo un buen complemento del espectáculo de fuegos artificiales, que se robaron los cielos y los corazones de familias, niños, ancianos y enamorados que llegaron a compartir con sus seres queridos un espectáculo increíble, de manera gratuita y abierto para todas las personas.

Se presentaron algunos percances ocasionados por la aglomeración y la falta de cultura de las personas, quienes no dejaron una línea de evacuación ni respetaron las cintas peatonales, ubicando sillas y otros elementos que obstaculizaban el andén. También se denunciaron algunos robos en redes sociales a vehículos y hubo personas desmayadas. Estas son situaciones que se deben mejorar para futuros festivales, redoblando esfuerzos en seguridad, movilidad y logística, ya que el festival cada año atrae a más visitantes que desean disfrutar de él.

‍